
San Miguel arruinó lo que debió ser una fiesta
En el marco de la ante última fecha, Acassuso no pudo vulnerar el inteligente esquema que le opuso San Miguel: fue 0 a 0 nomás.
Todo estaba orquestado para que Acassuso pueda vivir su fiesta. Todo indicaba que la tarde del 13 de Noviembre quedaría inmortalizada eternamente por todos aquellos que habían contribuido en obtener la más preciada de las conquistas, y claro está, por las generaciones venideras. Pero nada de lo pensado ocurrió. Porque San Miguel hizo uso de lo que hoy por hoy, es su gran sustento, el espíritu sagrado de equipo grande, y con ello le bastó para confundir y limitar a un Acassuso que suspendió su grito de campeón.
En líneas generales, el partido estuvo fundando en la exorbitante concentración y bravura que mostró San Miguel para no sufrir en demasía los intentos de embestidas por parte de su rival, en el predomino a nivel territorial con el que Acassuso aventajó a la visita, y como dato en común, en el poco criterio que tuvieron para distribuir la pelota. Factores que hicieron que el encuentro diste de ser de carácter óptimo. Ahora bien, dentro de ese contexto, fue San Miguel quien con dos cabezazos que terminaron estrellándose en el travesaño, contó con las más claras oportunidades de gol como para poder abrir el marcador.
En conclusión, fue un empate que derivó en que el torneo se tenga que definir en la última fecha, como consecuencia de la victoria que consiguió Justo José de Urquiza sobre Argentino de Merlo. Ahora, la diferencia entre ambos es de tan sólo dos unidades, y como sabemos, en la última se estarán enfrentando...

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