En tan sólo un tiempo, Colegiales despachó a San Miguel
Sin despeinarse, en los primeros 45’ le llegó a ganar por 2 a 0 gracias a un par de anotaciones de Cóceres. No obstante, en el complemento, Tagliabue marcó el tercero.
Sin mostrar su más lucida fisonomía, en la tarde de ayer Colegiales se deshizo de San Miguel al derrotarlo por dos conversiones de Cóceres, y una de Tagliabue. De esta manera, los de Munro se reinsertaron en la senda de la victoria tras cuatro fechas, y asimismo se posicionaron, y aún con un encuentro por disputar, a tres puntos del puntero Barracas Bolívar.
La contextura del partido estuvo fraguada por un Colegiales que con cierta austeridad supo mimetizar sus propias virtudes con los infantiles errores ajenos. Porque sin un ritmo avasallador logró gestionar alrededor de una docena de oportunidades de gol y consecuentemente, colapsar a un San Miguel que desde el inicio se lo vio reticente producto de su estrategia conservadora. Es más, tal es así, que en los primeros 45’, período en el cual los de Munro marcaron la gran diferencia, los de Juan Tradito en contadas ocasiones pudieron traspasar más allá de los límites de la mitad de la cancha.
Valdéz y Cóceres fueron de lo mejor en quien hizo de local en el estadio de Platense. Por la veta de ellos se activó el mejor momento del `` Tricolor ´´, que posteriormente se propaló por todo el campo. De hecho que en los tres goles, el escenario en el cual se desarrolló o concluyó la jugada fue por allí: por el sector derecho. En los dos primeros, con determinantes participaciones de los ya nombrados. A los 38’, el primero. A los 44’, el segundo. El 1 a 0 se originó por un centro que envió Valdéz, y que interceptó Pereyra sacando simultáneamente un remate poco ortodoxo y cuyo destino fue dar contra el palo izquierdo del arquero. Sin embargo, tal jugada le otorgó a Cóceres la gran posibilidad de acaparar el rebote y empujar la pelota a la red. Y seis minutos más tarde, luego de un excelente pelotazo frontal de Pereyra para Torres, llegó el otro. La defensa enemiga, en una imprudente y equívoca maniobra, marcó en línea y ello desencadenó en que el `` diez ´´ encare a Cao, y más allá de que pierda en el duelo personal, le permita nuevamente a Cóceres hacerse del control de la `` redonda ´´, y subsiguientemente expulsar un derechazo de más de 20 metros desde el sector derecho. A partir de allí, el partido literalmente quedó terminado. Sin embargo, por cuestiones obvias, el segundo tiempo se debió jugar. Aunque poco y nada fue lo que se vislumbró. Es que ninguno mantuvo con cierta frecuencia el balón, y tampoco fueron punzantes de tres cuartos en adelante cuando pisaron tal zona. De todas formas, los vastos espacios que regaló San Miguel le permitieron a los de Rondina llegar en algunas ocasiones al arco de enfrente y en consecuencia, poder alcanzar la tercera anotación. A los 40, un muy expeditivo saque de Verza para Cuatrín, le otorgó a éste último la facilidad de enviar un centro para que Tagliabue lo recepte y remate con total tranquilidad ante el inoficioso intento de despeje por parte del `` uno ´´ visitante. Con el 3 a 0, y todo ya definido, el partido se murió sin nada más que merezca ser contado. Colegiales se quedó con el clásico, se acercó al líder, y mejoró en su juego si tomamos como referencia lo que produjo en el período en el cual sumió al `` Trueno Verde ´´. Pero, más allá de lo que significa enfrentarse ante un eterno rival, no lo suficiente como para volver a consolidarse en esta faceta.
Sin despeinarse, en los primeros 45’ le llegó a ganar por 2 a 0 gracias a un par de anotaciones de Cóceres. No obstante, en el complemento, Tagliabue marcó el tercero.
Sin mostrar su más lucida fisonomía, en la tarde de ayer Colegiales se deshizo de San Miguel al derrotarlo por dos conversiones de Cóceres, y una de Tagliabue. De esta manera, los de Munro se reinsertaron en la senda de la victoria tras cuatro fechas, y asimismo se posicionaron, y aún con un encuentro por disputar, a tres puntos del puntero Barracas Bolívar.
La contextura del partido estuvo fraguada por un Colegiales que con cierta austeridad supo mimetizar sus propias virtudes con los infantiles errores ajenos. Porque sin un ritmo avasallador logró gestionar alrededor de una docena de oportunidades de gol y consecuentemente, colapsar a un San Miguel que desde el inicio se lo vio reticente producto de su estrategia conservadora. Es más, tal es así, que en los primeros 45’, período en el cual los de Munro marcaron la gran diferencia, los de Juan Tradito en contadas ocasiones pudieron traspasar más allá de los límites de la mitad de la cancha.
Valdéz y Cóceres fueron de lo mejor en quien hizo de local en el estadio de Platense. Por la veta de ellos se activó el mejor momento del `` Tricolor ´´, que posteriormente se propaló por todo el campo. De hecho que en los tres goles, el escenario en el cual se desarrolló o concluyó la jugada fue por allí: por el sector derecho. En los dos primeros, con determinantes participaciones de los ya nombrados. A los 38’, el primero. A los 44’, el segundo. El 1 a 0 se originó por un centro que envió Valdéz, y que interceptó Pereyra sacando simultáneamente un remate poco ortodoxo y cuyo destino fue dar contra el palo izquierdo del arquero. Sin embargo, tal jugada le otorgó a Cóceres la gran posibilidad de acaparar el rebote y empujar la pelota a la red. Y seis minutos más tarde, luego de un excelente pelotazo frontal de Pereyra para Torres, llegó el otro. La defensa enemiga, en una imprudente y equívoca maniobra, marcó en línea y ello desencadenó en que el `` diez ´´ encare a Cao, y más allá de que pierda en el duelo personal, le permita nuevamente a Cóceres hacerse del control de la `` redonda ´´, y subsiguientemente expulsar un derechazo de más de 20 metros desde el sector derecho. A partir de allí, el partido literalmente quedó terminado. Sin embargo, por cuestiones obvias, el segundo tiempo se debió jugar. Aunque poco y nada fue lo que se vislumbró. Es que ninguno mantuvo con cierta frecuencia el balón, y tampoco fueron punzantes de tres cuartos en adelante cuando pisaron tal zona. De todas formas, los vastos espacios que regaló San Miguel le permitieron a los de Rondina llegar en algunas ocasiones al arco de enfrente y en consecuencia, poder alcanzar la tercera anotación. A los 40, un muy expeditivo saque de Verza para Cuatrín, le otorgó a éste último la facilidad de enviar un centro para que Tagliabue lo recepte y remate con total tranquilidad ante el inoficioso intento de despeje por parte del `` uno ´´ visitante. Con el 3 a 0, y todo ya definido, el partido se murió sin nada más que merezca ser contado. Colegiales se quedó con el clásico, se acercó al líder, y mejoró en su juego si tomamos como referencia lo que produjo en el período en el cual sumió al `` Trueno Verde ´´. Pero, más allá de lo que significa enfrentarse ante un eterno rival, no lo suficiente como para volver a consolidarse en esta faceta.
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