Acassuso campeón

Visión cumplida: Acassuso ascendió a la `` B ´´…

Vapuleó por 3 a 0 a Justo José de Urquiza, uno de los tres rivales que pugnaba por el título, y gracias también a la dura caída de Lamadrid, se consagró como campeón. Como el equipo que desde la próximo temporada jugara en la `` B ´´ Metropolitana…

Sin dudas, el 11 de Mayo se impostará como el día en que el club atlético Acassuso concretó la epopeya más sublime de su historia. Un día que quedará grabado a fuego en la mente de todo un conjunto de personas que hicieron de un sueño, una realidad. Pero principalmente, porque pocos apostaron por un Acassuso campeón, incluso antes de disputarse este partido… Por ello, y más allá de su juego, muchos son los que deberán rendirse ante él…
Con los tantos de Luís Gonzáles a los 23’ de la primera mitad, y de Leonardo Romero a los 28’ y 31’ de la etapa final, `` el Quemero ´´ derrotó a Justo José de Urquiza por 3 a 0, y dado también el duro traspié que sufrió Lamadrid ante el subversivo Fénix (4 a 0), se coronó como el bicampeón de la primera `` C ´´, o traduciendo, como el ganador del boleto para participar desde la próxima temporada, y por primera vez en su historia, en la `` B ´´ Metropolitana.
Poco se puede hablar de fútbol teniendo en cuenta que no dejó prácticamente tela para cortar. Sí de las tres conversiones que le propinó el equipo comandado por el coloso Felipe De La Riva a un homólogo muy indolente durante gran parte de toda la tarde. Tres conversiones que se originaron por más errores ajenos, que virtudes propias, pero que en definitiva, permitieron que en el estadio Cuidad de Vicente López haya fiesta de campeón, fiesta con aromada a ascenso…
El 1 a 0 se construyó a raíz de una habilitación de Estaban Figún, el mejor jugador técnicamente hablando de la categoría, para Luís Gonzáles, quien tras receptarla con una soledad llamativa remató al primer palo de un aquero que poca resistencia logró ofrecer. El segundo, por la veta del contragolpe. Una proyección de Mariano Moramarco, un ex jugador de los de Urquiza, y posterior remate, hicieron posible que del inoficioso rebote de Borgnia, el incesante Leonardo Romero la empuje a la red. Y el que le puso la frutilla al postre, como resultante de una laudable proyección que esgrimió Nicolás Minici, en donde asimismo superó a tres adversarios y envió un centro preciso para que emerja la figura de Leonardo Romero por detrás de sus marcadores, y sólo la tenga que tocar. Así se cerró el cóctel de goles. Tal vez, los tres más importantes en sus ochenta y cuatro años de vida...

Finalizada la celebración en los vestuarios, la delagación trasladó toda su algarabía a un restaurante de la zona de San Isidro, en el cual desembocó luego de dirigirse en el micro. Allí permaneció hasta altas horas de la madrugada...